La rasterización.
La rasterización es el proceso final donde una imagen vectorial se convierte en una imagen compuesta por píxeles. Esto se hace evaluando las curvas (como las de Bézier) en múltiples puntos muy cercanos entre sí y conectándolos con líneas. Si los puntos no están lo suficientemente próximos, el resultado puede perder suavidad.
En el ámbito artístico, es común que los ilustradores escaneen dibujos hechos a mano y los vectoricen, es decir, los conviertan en gráficos vectoriales mediante nodos y curvas. Aunque este proceso es laborioso, permite editar y transformar los dibujos digitalmente, incluso para colorearlos, aplicar sombras o generar modelos 3D.
Convertir un vector a imagen de mapa de bits es fácil en programas de diseño, pero el proceso inverso (de imagen rasterizada a vectorial) puede ser muy complejo, especialmente si el dibujo es detallado.
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