6. Métodos de Compresión
Las imágenes de mapa de bits pueden ocupar mucho espacio en disco, especialmente cuando tienen una alta resolución y una profundidad de color considerable. Para reducir el tamaño de los archivos sin perder demasiada calidad, se utilizan métodos de compresión. Estos métodos son algoritmos matemáticos complejos diseñados para reducir la cantidad de datos necesarios para almacenar una imagen.
Cuando una imagen es guardada en un archivo, no solo se almacena la información sobre los píxeles, sino también una cabecera que contiene datos adicionales. Esta cabecera informa al programa que abrirá la imagen sobre cómo debe procesarla y mostrarla correctamente. Aunque los archivos vectoriales suelen ser más pequeños que los archivos de mapa de bits, todos los archivos gráficos tienden a ocupar bastante espacio, lo que hizo necesario desarrollar técnicas de compresión.
Existen diferentes tipos de algoritmos de compresión, que varían según la cantidad de datos que eliminan del archivo. Los archivos resultantes se guardan con extensiones características como bmp, jpg, gif, png, entre otras.
Los algoritmos de compresión pueden clasificarse principalmente en dos tipos:
1. Compresión sin pérdida:
Este tipo de compresión no elimina ninguna información de la imagen. Cuando el archivo se descomprime, se obtiene exactamente la misma imagen que originalmente se guardó. Es ideal para situaciones en las que la calidad es crítica, como en imágenes técnicas o médicas, donde no se puede permitir ninguna pérdida de datos. Los métodos de compresión sin pérdida comprimen los archivos reduciendo la redundancia de los datos, pero sin sacrificar ningún detalle importante de la imagen. Algunos de los formatos que utilizan compresión sin pérdida son PNG y GIF.
2. Compresión con pérdida:
En este caso, se elimina una parte de la información de la imagen para lograr una mayor reducción en el tamaño del archivo. Este tipo de compresión es más adecuado para imágenes de tono continuo, como las fotografías, donde algunos detalles no son tan perceptibles para el ojo humano. Uno de los algoritmos de compresión con pérdida más populares es JPEG (Joint Photographic Expert Group).
La compresión con pérdida funciona eliminando datos que tienen un impacto mínimo en la apariencia de la imagen, como detalles de alta frecuencia que el ojo humano no puede distinguir fácilmente. Sin embargo, cuanto mayor sea la compresión, más se pierde en términos de calidad visual. Es importante ajustar correctamente el nivel de compresión para que el archivo sea lo más pequeño posible sin comprometer demasiado la calidad. Si la compresión es excesiva, pueden aparecer defectos visibles en la imagen, como bandas o artefactos. Por lo tanto, es esencial encontrar un balance adecuado entre el tamaño del archivo y la calidad visual que se requiere según el uso de la imagen.

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